En Estados Unidos, "Karen" se considera un insulto terrible.
“¡Quiero hablar con el director general! ¿Sabes quién soy?". - grita histéricamente una mujer blanca con un corte de pelo corto. Tiene un niño en sus manos. Tiene 30 años, máximo 40. Cuando escucha el lema Las vidas de los negros importan, inmediatamente estalla con disgusto que todas las vidas importan. Trata a los negros y asiáticos con un desprecio manifiesto y cree que todos deberían volver a casa. No lleva mascarilla, no ha sido vacunada contra el Covid porque cree en las teorías de la conspiración y en los microchips. Tose deliberadamente sobre los compradores de Whole Foods. Requiere un trato especial, descuentos y privilegios, simplemente porque existe. Se comerá la langosta de la ensalada y luego se quejará con el camarero de que no había suficiente y le pedirá que rehaga el plato. Escribirá una queja sobre la azafata que se quedó sin champán en clase ejecutiva. Ella se encargará de los niños en el divorcio y te arrastrará a los tribunales. Da consejos no solicitados de manera agresiva. Hurga entre las cosas de los niños sin preguntar para encontrar algo secreto, disfrazado de buenas intenciones. Ella es la misma madre que recogerá peticiones para prohibir matar en los videojuegos: cualquier enfrentamiento le produce un orgasmo. Un abogado es el número uno en su lista de contactos favoritos.
Conoce a Karen. Incluso si el pasaporte dice un nombre diferente, pero los patrones de comportamiento coinciden con los descritos anteriormente, entonces sigue siendo Karen. Quizás tú seas Karen. En Estados Unidos, "Karen" es un insulto terrible. Nadie sabe exactamente por qué Karen se convirtió en un nombre familiar y se socializó entre la gente. Internet está inundado de memes y vídeos de mujeres histéricas. Las auténticas Karens están indignadas, al igual que las feministas: el término es sexista y discriminatorio, provoca miedo a la autoexpresión y, por tanto, es una forma de controlar el comportamiento de las mujeres.
Autor: Yunia Pugacheva
