Una boda bajo setas es una nueva tendencia entre los millennials
Si antes calculaban el número de botellas de champán, ahora esto ya no es tan relevante. Hace poco recibí una increíble invitación a una ceremonia de este tipo en la que me preguntaban qué drogas prefería. Los organizadores de bodas son cuidadosos al comentar que las bodas tipo hongo son la solicitud más popular en los EE. UU. este año. Todo el mundo quiere algo inusual. Si la marihuana en California es legal a los 21 años, entonces todavía hay problemas legislativos con la psilocibina. Pero eso no detiene a nadie. En las bodas ofrecen cápsulas o bombones con una dosis mínima de hongos mágicos: 0,5 gramos o 1 para psiconautas experimentados. El efecto, qué puedo decir, es inolvidable: todos sienten un amor increíble, euforia, gratitud, apertura sin paredes flotantes ni plantas parlanchinas. Los organizadores dicen que a veces algunas personas toman más hongos de los que necesitan y se sientan tranquilamente en un viaje junto a un árbol y se fusionan con el Universo durante 6 a 8 horas. Lo mejor de este tipo de bodas es a la mañana siguiente: no hay resaca, ya que el alcohol de las setas es repugnante.
“La microdosificación de hongos debería estar presente en todos los eventos. Incluso en fiestas infantiles. Especialmente para los niños, para ser honesto. Cada vez es una prueba. Para los adultos, por supuesto”, bromea una amiga mía, madre de muchos niños, que dirige una comunidad de madres dedicadas a las setas. Las mujeres que tomaron microdosis se salvaron de la depresión posparto. El creador de las populares barras de chocolate con champiñones me compartió estadísticas: el año pasado vendió unas 20 mil piezas al mes, ahora el doble, y en 2019 solo 5 mil.
Autor: Yunia Pugacheva
