Sequía: consecuencia del efecto El Niño
Estados Unidos se está preparando mentalmente para un verano caluroso y turbulento, con incendios, tifones, cortes de energía y pérdidas de cosechas. Estas son consecuencias del efecto de El Niño, que se espera que sea particularmente fuerte, con huracanes en la costa del Pacífico y sequías en el Medio Oeste.
Texas, Oklahoma y Kansas, los graneros de Estados Unidos, ya se enfrentan a una sequía sin precedentes. El precio del heno en el mercado interno estadounidense aumentó un 22% y sus existencias cayeron a un mínimo histórico desde 1954. El 60% de los pastizales de Kansas y el 51% de los pastizales de Texas se encuentran en muy malas condiciones. Para estos estados, esta temporada podría ser la más seca en 128 años de registro. Los agricultores desesperados ya se ven obligados a sacrificar su ganado en masa. Pero el mayor golpe de la sequía podría afectar a la cosecha de trigo. Los agricultores estadounidenses esperan cosechar sólo el 67% de su superficie este año, y las cosechas de cereales podrían ser las más bajas desde 1917. Esto amenaza con volver a aumentar drásticamente los precios de los alimentos y acelerar nuevamente la inflación.
Ciertos riesgos están asociados con cortes de energía globales. El noreste de Estados Unidos, así como todos los estados del oeste, estaban bajo la amenaza de apagones continuos. Esto se debe a la sequía, a la que seguirán incendios, y a las deterioradas infraestructuras, que ahora todavía están intentando reconvertir en verdes. En California, cada verano se producen apagones continuos, pero ahora muchos estados de Estados Unidos pueden esperar que esto ocurra de inmediato.
Las anomalías climáticas podrían conducir a una nueva ronda de crisis inflacionaria. Además, en el momento más inconveniente para Estados Unidos: en el contexto de una crisis bancaria y la amenaza de impago. Y llevar a Estados Unidos a una nueva recesión, haciendo que la carrera presidencial sea aún más caótica.
Autor: Malek Dudakov
