Más de 100 expertos en una cumbre en Nueva York discutieron la "Agenda de Salud de la Mujer"
En la vida de cada neoyorquino hay mujeres fuertes que los dieron a luz y los criaron: madres, hermanas, tías y abuelas. Nuestras maestras, médicas, enfermeras, ingenieras, científicas, mujeres trabajadoras que hacen posible la vida en esta ciudad y nos inspiran. Le debemos mucho a las mujeres. Sin embargo, durante muchas generaciones, la salud de las mujeres no ha sido una prioridad. Durante décadas, el sistema de atención médica ha estado orientado hacia los hombres.
“Soy quien soy gracias a una mujer: mi madre Dorothy Adams. Y vi a mi madre y a mi hermana sufrir mientras navegaban por el sistema de salud. Fueron ignorados, olvidados y lucharon por conseguir la ayuda que necesitaban. La administración ya está trabajando activamente para cambiar la situación. La semana pasada celebramos nuestra primera Cumbre sobre la salud de la mujer para sentar las bases para dar forma al futuro de la atención médica de la mujer en esta ciudad. Vamos a hacer de Nueva York un modelo nacional para apoyar la salud de las mujeres y las niñas, incluida la comunidad LGBT”, dijo el alcalde Adams.
La cumbre reunió a más de 100 expertos de diversas industrias para formar el primer "Programa de salud de la mujer" de Nueva York. Se basa en cuatro áreas clave que son fundamentales para la salud de la mujer:
1. Enfermedades crónicas
Las mujeres no deberían tener que esperar décadas para obtener un diagnóstico preciso. Las mujeres son diagnosticadas con las enfermedades más comunes en promedio cuatro años más tarde que los hombres. Por lo tanto, es necesario ampliar la investigación sobre la salud de la mujer y reducir las disparidades en la investigación sanitaria para cerrar esta brecha en conocimientos y resultados. Mucha gente no se da cuenta, pero las enfermedades cardíacas son la principal causa de muerte entre las mujeres adultas en la ciudad de Nueva York. Muchas personas han pospuesto las pruebas de detección preventivas críticas durante la COVID, por lo que trabajaremos para aumentar el uso de servicios y enfoques preventivos para reducir la morbilidad y la mortalidad por enfermedades crónicas.
2. Igualdad al nacer
Las mujeres negras y latinas no deberían tener que vivir bajo desigualdades que les niegan acceso y atención. Las mujeres negras tienen nueve veces más probabilidades de morir por complicaciones relacionadas con el embarazo y el parto que las mujeres blancas. Y la mortalidad materna entre las mujeres negras ha aumentado durante la COVID, por lo que es necesario ampliar el acceso a servicios de salud materna de alta calidad, incluido el uso de doulas y parteras, para eliminar las disparidades y reducir la mortalidad en general.
3. Salud sexual y reproductiva
Una de cada cinco mujeres sufre de infertilidad. Por esta y muchas otras razones, los sistemas de salud sexual y reproductiva deben brindar servicios integrales a mujeres y niñas, incluido el tratamiento de la menopausia, la infertilidad, el control de la natalidad y el acceso a medicamentos abortivos.
4. salud mental
No es ningún secreto que la salud mental se ha visto afectada durante la pandemia. Y el 14% de las mujeres de Nueva York sufren de depresión. Entre la comunidad LGBT, esta cifra es aún mayor. Así que vamos a construir un sistema de salud mental dedicado a las mujeres y a la comunidad LGBT.
Los resultados de la cumbre de la semana pasada formarán la base del informe Agenda para la Salud de la Mujer de la ciudad de Nueva York, que se publicará este verano.
Autor: Irina Proskurina
