Las inyecciones de Botox afectan negativamente las relaciones
Los científicos publicaron un estudio en la publicación autorizada Nature que demuestra que el Botox altera la percepción y expresión de las emociones. Paraliza temporalmente los músculos (suaviza las arrugas faciales), que una persona utiliza para sorprenderse, enfadarse y alegrarse. "Siempre imitamos inconscientemente la expresión facial del interlocutor para reconocer las emociones", comparte el científico principal del estudio. Esto provoca malentendidos no sólo por parte de los demás: no pueden entender lo que siente una persona con Botox porque su cara está congelada, pero él mismo no puede ser plenamente empático con los demás, ya que sus músculos están inmovilizados.
Los investigadores estudiaron los cerebros de diez mujeres de entre 33 y 40 años antes de las inyecciones de Botox y después de tres semanas, cuando las participantes ya no podían fruncir el ceño ni sonreír. Les hicieron una resonancia magnética, durante la cual les mostraron fotografías de rostros de personas con diferentes emociones: felices, tristes, enojadas y neutrales. Resultó que el Botox altera la transmisión de señales entre los músculos faciales y el cerebro: una persona que recibe inyecciones experimenta menos sentimientos y es menos capaz de reconocer los sentimientos de los demás.
Autor: Yunia Pugacheva
