ruhyazenfrdekkplesukuzyi
  • FUNDADA EN 1910
    NUEVA YORK

Se está abordando la cuestión del uso de bloqueadores de la pubertad.

¿Deberían administrarse bloqueadores de la pubertad a los niños de 10 años que se identifican como transgénero? En Estados Unidos, este problema es grave, la sociedad está polarizada: los republicanos insisten en prohibir tanto las drogas como los debates generales sobre la identidad de género en las escuelas, mientras que los demócratas presionan por la libertad en la elección de género y la medicina transgénero. A modo de estadística: en Estados Unidos, 300 mil adolescentes de 13 a 17 años se identifican como transgénero. 

Los bloqueadores de la pubertad están indicados en niños antes de que se produzca la pubertad para detenerla. Suprimen la producción de las hormonas estrógeno y testosterona, que desarrollan el sistema reproductivo. A los niños no les crece vello en la cara ni en el cuerpo, no se les quiebra la voz y no se les desarrolla el pene. A las niñas no les crecen los senos y no menstrúan.

Los bloqueadores se prescriben a niños de 10 a 13 años que están deprimidos debido a una discrepancia entre su identidad de género y el sexo asignado al nacer. Ayudan a mejorar el estado mental y facilitan la transición posterior al otro sexo. Durante esta pausa, el niño decide en qué cuerpo quiere vivir a continuación y se le recetan medicamentos hormonales. 

Las inyecciones de bloqueadores de la pubertad se administran mensualmente o cada tres meses durante varios años, o se coloca un implante debajo de la piel que debe cambiarse cada 12 meses. Cuando se suspenden los medicamentos, se reanudará la pubertad. Pero no sin consecuencias para la salud del niño. Los medicamentos afectan la densidad y el desarrollo óseo (alto riesgo de fracturas), así como la fertilidad futura (es posible que el pene no se desarrolle). Es posible que el niño nunca se recupere por completo y quede rezagado con respecto a sus compañeros en el desarrollo físico. 

En la progresista Holanda, los bloqueadores de la pubertad comenzaron a administrarse hace 30 años (por cierto, allí se permitió la marihuana antes que en los EE. UU.), Por lo que nadie sabe todavía cómo afecta esto a la duración y la calidad de vida. La primera persona trans que se sometió a este tratamiento se convirtió en hombre y agradeció mucho la oportunidad de sentirse bien. Pero hubo otros casos: la niña tomó bloqueadores, luego a los 16 años decidió someterse a terapia hormonal y extirpación de los senos, y a los 18 ya quería volver a su género original. La cito: “Me gustaría que me hicieran más preguntas, para que no me enviaran con tanta confianza a la transición, sino que me dijeran todas las formas de afrontar las molestias de la pubertad”. Ella demandó a la clínica británica, pero perdió el caso. 

Sin embargo, muchos creen que los bloqueadores de la pubertad son un salvavidas para los jóvenes transgénero, pero muchos equiparan el uso de estas drogas con el abuso infantil. 

 

Autor: Yunia Pugacheva

https://t.me/yunapuga

01.12.2022