Fraude migratorio: matrimonio falso
Si la montaña no llega a Mahoma... Los inmigrantes, desesperados por encontrar por casualidad el amor estadounidense, adoptan medidas más drásticas: "relaciones comerciales". El matrimonio fraudulento es un tema tabú en muchos círculos de inmigrantes: muchos consideran vergonzoso este método de inmigración. Es cierto que la mayoría de los que piensan así han cometido fraude migratorio al obtener documentos. La idea es simple: un ciudadano recibe de 20 mil a 40 mil dólares por un matrimonio, y a cambio durante varios años finge que el matrimonio es real y feliz. El inmigrante recibe los documentos, espera otros seis meses o un año para estar seguro y luego la pareja se divorcia en circunstancias desconocidas. Bueno, ¿a quién no le pasa? Todo el mundo está contento: el ciudadano tiene dinero para un coche nuevo y el extranjero, la ciudadanía.
Un matrimonio ficticio, a diferencia de uno real, es un delito federal. Si queda expuesto, el ciudadano podría ser enviado a prisión y el extranjero deportado a su república bananera. Otro riesgo que no todo el mundo tiene en cuenta: un ciudadano puede desaparecer después de recibir el primer tramo (por ejemplo, después de haber realizado un pago por adelantado de entre 5 y 10 dólares). La “víctima” está desarmada: un inmigrante no puede decirle a la policía que fue engañado al intentar contraer un matrimonio ficticio
Fuente: Canal de Telegram “Negocios en América”
