“El Proyecto 1619” es una nueva tendencia para estudiar historia en EE.UU.
En Estados Unidos, desde hace varios años -desde el comienzo de los pogromos del BLM- se está llevando a cabo una revisión liberal de su propia historia. Abarcó todo, desde la formación de los Estados Unidos y la Guerra Civil hasta los tiempos modernos. La participación de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial no escapó a esta revisión. El año pasado, Virginia Tech publicó un estudio de sociología que el Pentágono realizó sobre los soldados estadounidenses durante la guerra. Su generación ha mantenido tradicionalmente una actitud muy cálida en la sociedad. Los sociólogos estaban seriamente indignados porque los soldados estadounidenses durante la Segunda Guerra Mundial no cumplieron con los estándares modernos de tolerancia. Hablaron muy abiertamente de las diferencias culturales y raciales. Los blancos no querían servir con los negros, y estos últimos estaban indignados por la discriminación por parte de los sureños. Los soldados se opusieron firmemente al servicio de las mujeres en el ejército.
El ejército estadounidense calificó a los soldados rusos como el ejército más poderoso de la Segunda Guerra Mundial, seguido de los alemanes en segundo lugar. Los japoneses ocuparon el sexto lugar de ocho. Esta travesura perturbó tanto al Pentágono que comenzaron a impartir lecciones especiales para los soldados sobre la resistencia de los japoneses.
Ahora, la principal tendencia para estudiar historia en los Estados Unidos es el "Proyecto 1619": examina todo el pasado estadounidense a través del prisma del racismo y la opresión de las minorías. Y la propia formación de Estados Unidos se interpreta como un episodio de la lucha de los plantadores por preservar la esclavitud. No es de extrañar que esta auditoría acabara afectando a los participantes en la Segunda Guerra Mundial. Y los veteranos supervivientes de la Segunda Guerra Mundial sólo pueden llorar el Estados Unidos por el que lucharon... y que ya no existe.
Autor: Malek Dudakov
